Obesidad: abordar el problema sin minimizarlo

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Algunas personas que tienen kilos de más no aceptan su sobrepeso y eso les genera más ansiedad, y la ingesta de mayor cantidad de comida, perjudicándose con un aumento de peso; y por más que un tercero les diga que tienen que hacer dieta, para que ésta surja efecto, ellas son quienes deben tomar la decisión.

 

Se considera sobrepeso cuando alguien tiene entre el 15 y el 20 % de peso por arriba de lo estipulado. Obesidad en cambio, cuando estos valores están por arriba del 30% del peso teórico. Y está el caso más serio de obesidad, la llamada “obesidad mórbida” que supera el 50%.

 

Cuando se produce el “click” recién ahí el paciente toma la decisión de hacer algo por sí mismo, y ese será, sin dudas, el momento de empezar la dieta y ver los resultados.

 

Consultar a un profesional es el primer paso, para que puedan elaborar la dieta de acuerdo a los horarios, actividades y hábitos. No es lo mismo alguien que trabaja con actividad física, que alguien que lo hace en forma sedentaria desde un escritorio. Sobre la base de las actividades de cada persona, se organiza una modalidad en particular. Se debe buscar el momento a lo largo del día, para que el paciente se ocupe de su cuerpo, hacer el tiempo para una caminata, o para andar en bicicleta.

 

Una debe pensar que se hace un balance energético a diario. Por un lado ingresan calorías suministradas por los alimentos, y por el otro, el egreso a través del gasto metabólico (metabolismo basal), que es inherente a cada persona. Este metabolismo basal se debe medir, y a éste se le suma lo consumido en la actividad física realizada: A mayor tiempo de actividad física, mayor gasto - A mayor gasto, mayor balance negativo - A mayor balance negativo, mayor descenso de peso. Siendo el esfuerzo y el gasto directamente proporcionales.

 

Para llevar adelante una dieta, hay que pensar una que sea sana y equilibrada para la vida, más allá de que además, sirva para bajar de peso y sentirse bien. Por ello, hay que modificar, antes que nada, los hábitos alimentarios. Los aportes nutricionales deben ser balanceados por el profesional en lo que hace al aporte de hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.

 

Una enfermedad que duele

Sólo por decisión propia el abandono de la obesidad a cambio de una vida mejor es posible.

 

No existen los casos de obesidad per sé, a excepción de las infantojuveniles o genéticas que habitualmente se dan por algún factor desencadenante. Siempre son multifactoriales, ya que no hay una sola causa, por ese motivo hay que establecerlas porque no siempre son las mismas.

 

En el 95% de los casos este patrón general del sobrepeso/ obesidad es la ansiedad no resuelta. Una de las causas más comunes puede ser el haber dejado de fumar. Allí la ansiedad que se canalizaba antes con el cigarrillo, ahora pasa por la comida.

 

Es muy importante que las personas que no saben cómo llegaron a esa instancia hagan terapia de apoyo.

 

Tanto al hombre, como a la mujer, les gusta verse bien, y sobre todo gustar al sexo opuesto. Pero se debe tener en cuenta que, ante todo, cada persona debe verse bien y estar feliz tanto consigo misma como con la imagen que le refleja el espejo.

 

Es bueno recalcar que la dieta puede ser exitosa, si el paciente está dispuesto a hacerla. Una misma será la encargada de pensar en una vida mejor, generando el nuevo círculo virtuoso. Viéndose bien, con una autoestima alta y una nueva imagen corporal. Imagen corporal que devolverá el espejo junto a una sonrisa.