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Sáb, Abr

Ozonoterapia: el boom de la medicina natural

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La ozonoterapia es una técnica que utiliza el ozono como recurso terapéutico y se ejecuta como complemento de los tratamientos de la estética y la medicina. Al ser una terapia natural es efectiva, indolora, inocua, rápida y económica y tiene muy pocas contraindicaciones y efectos secundarios por lo que se está haciendo cada vez más conocida y  practicada para varias patologías con excelentes resultados, que conducen a mejorar la calidad de vida en forma integral.

El ozono es un gas que se encuentra en la atmósfera, su palabra proviene del griego ozein y significa “oler a” porque tiene un olor característico, es incoloro y degradable a temperatura ambiente. Pero el ozono medicinal está formado por tres átomos de oxígeno, es una mezcla entre 95% de oxígeno y 5 % de ozono.

 

Este flamante producto natural, fue descubierto en 1840 por el químico alemán Christian Frederick Schönbein pero recién se aplicó en la 1° Guerra Mundial cuando el médico berlinés Alberto Wolf empleó ozono en las heridas infectadas y descubrió que no sólo se desinfectaban rápidamente si no que tenían una mejor curación. Por la década del 50, Haüsler inventó un aparato que permitía la dosificación del gas.  

 

Gracias a estas investigaciones y descubrimientos, tenemos la posibilidad de optar por una técnica diferente para disímiles grados de tratamiento dependiendo del mal a tratar, por lo cual van a variar las sesiones en cantidad, intensidad y las concentraciones de la mezcla, como así también sus modos de aplicación. Éstos pueden ser: local, en las que se utiliza el ozono médico sumergiendo la parte del cuerpo que se va a tratar en la cabina de ozono; por vía subcutánea, endovenosa, anal, (con una sonda como si fuese un enema) y vaginal; por medio de autohemotransfusión, extrayendo sangre a la que se le agrega la mezcla, y sin sacar la aguja se hace la retransfusión; por medio de agua, aceites y cremas que toman contacto con el cuerpo y transmiten el ozono al organismo; por vía inyectable, intradérmica-intramuscular-intratendinosa- intraarticular- intraarterial, intradiscal; vía auricular, y por gasificación externa, aislando con una bolsa la zona e insuflando con ozono.

 

Las cámaras de llenado que participan en este método natural y que son descartables por cuestiones de higiene, detienen la mezcla del oxígeno y el ozono logrando su inmovilidad en el paciente durante la sesión que dura entre 30 a 40 minutos. Para evitar que el ozono se escape hacia el ambiente las cámaras son cerradas con bandas elásticas con cierre que se adecúan a cada área del cuerpo que se procede a curar. Nunca deben cubrir la cabeza debido a que este gas no tiene que ser inhalado durante tanto tiempo. En el momento en que el médico va a tratar al paciente es cuando debe generar el ozono y nunca antes. El oxígeno se encuentra en estado puro pero cuando pasa por los tubos de inducción se le aplica una descarga eléctrica que origina la mezcla de oxígeno y ozono, esto se realiza porque el ozono es tóxico si se lo aplica sólo.   

 

Las ventajas que tiene la ozonoterapia son muchas si consideramos que se utiliza para tratar desde un simple calambre muscular, desgano y estrés, hasta patologías más complejas como infecciones, úlceras, hernia de disco, gangrena, pie diabético, hepatitis, alzheimer, reuma y osteoporosis. También sirve para prevenir el envejecimiento prematuro debido a que reduce el estrés oxidativo, tiene efecto revitalizante y se usa como apoyo para procesos oncológicos. Perfecciona el abastecimiento de oxígeno hacia todo el organismo mejorando la circulación y las funciones celulares, estimula el sistema inmune y también contribuye a la recuperación de pacientes con secuelas de accidentes cerebrovasculares en estadíos tempranos. Cumple la función de antiálgico y antiinflamatorio eliminando los dolores y las inflamaciones. Mejora el estado de ánimo y el sueño que lleva a que la persona tenga más vitalidad, más concentración y más memoria.

 

Por su parte, en la estética se la utiliza para borrar huellas de cicatrices, heridas, quemaduras, y como es germicida y antiséptico, hongos en general, acné herpes, y afecciones dermatológicas; contribuye también con la curación de la soriasis y la rosácea. Mejora várices, celulitis, adiposidades localizadas, flaccidez, pérdida de peso y alopecia. Renueva la piel, beneficia el drenaje linfático y tonifica los músculos. 

Como hemos dicho casi no tiene contraindicaciones, pero como aumenta la presión arterial durante el tratamiento no deben aplicarse ozono las personas que sufran de alergias, favismo, hipertensión, hemofilia, hipertiroidismo, que tengan intoxicación alcohólica aguda, infarto cardíaco, los que se traten con anticoagulantes o hayan atravesado quimioterapia o radioterapia, las embarazadas y los niños. 

Como los tratamientos no necesitan de cirugía ni anestesia son realizados en forma ambulatoria y al ser un proceso, sus efectos son visibles a lo largo de las sesiones, evitando deterioros de las enfermedades y logrando que el paciente recobre el estado físico con resultados duraderos.